lunes, 28 de noviembre de 2022

El equinoccio electrónico de los estadounidenses ZAZAZ

ZAZAZ - Equinox

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos al trío instrumental estadounidense ZAZAZ, el cual está conformado por los dos sintetistas Colin Roper y Michiko Swiggs, y el baterista Justin Schwartz. El aporte de este ensamble de música electrónica para el presente año 2022 es el álbum titulado “Equinox”, el cual fue publicado de forma independiente el día 2 del pasado mes de abril, tanto en CD como en casete. Este trío fundado hace poco tiempo en Seattle, Washington, cultiva una propuesta de prog electrónico muy ligada a la tradición de la escuela de Berlín, al estilo de los TANGERINE DREAM y el KLAUS SCHULZE de la segunda mitad de los 70s, más otros aspectos sónicos inspirados en VANGELIS y JEAN-MICHEL JARRE y ciertos matices sinfónicos muy ocasionales. La estrategia estética del trío se centra mayormente en crear atmósferas y núcleos temáticos amables a través del potencial evocativo que tienen las capas, secuencias y armonizaciones cibernéticas gestadas por los dos arsenales de sintetizadores que manejan Roper y Swiggs. Para más detalles, repasemos el repertorio contenido en “Equinox”.

Abre el repertorio ‘Solstice’, una pieza bastante ágil que comienza con un breve prólogo sigiloso, pero que al poco rato pone sobre el tapete un groove extrovertido donde las orquestaciones y centros temáticos se centran en un híbrido entre los TANGERINE DREAM de la etapa 80-84 y JEAN-MICHEL JARRE. Un poco más adelante, dicho núcleo temático vira hacia un aura ceremoniosa mientras la batería le da un toque más sofisticado a la siempre reinante vitalidad de la pieza. Acto seguido emerge ‘Spectrum’, que con su duración de poco más de 8 minutos es el tema más extenso del disco. De paso, también se impone como un cénit decisivo del mismo. La pieza está diseñada para crear una perfecta combinación de space-rock con frenéticas vibraciones y prog sinfónico de notorias ambiciones melódicas. De hecho, su esquema de trabajo se condice bastante con las ocasionales aventuras futuristas de THE ALAN PARSONS PROJECT mientras se le añade algunos toques propios del paradigma de RICK WAKEMAN a través de un filtro aligerado que se remite más bien al VANGELIS de los documentales de los 80s. Para el último tercio, el trío se concentra en ciertos juegos de cadencias que tienen bastante de majestuoso para, finalmente, usar la coda como una retoma del motif central. ‘Time To Go’ sigue más o menos por la línea del primer tema, pero con una fastuosidad más controlada, lo cual significa que el trío se centra más en el paradigma del tecno-pop con matices de electrónica berlinesa. Cuando llega el turno de ‘Reach Out’, el grupo crea un ambiente más solemne al modo de una observación del inicio y la evolución del atardecer mientras se contempla un escenario marino. No siendo una pieza lánguida per se, su espiritualidad se mueve a través de una senda de expresividades reflexivas. ‘Steps’, el tema que sigue, parte de esta instancia reflexiva y le da un ropaje sonoro más denso mientras elabora un sencillo juego de orquestaciones sintetizadas. El uso de un swing exótico por parte de la batería en compañía de una percusión programada le da un dinamismo especial al tenor envolvente de la pieza; muy en línea con los TANGERINE DREAM de inicios de los 80s, una vez más.

Con la dupla de ‘No Man’ y ‘Treatment’, el trío se dispone a expandir muchas de las pautas concretadas en el repertorio precedente. El primero de estos temas parece enfocarse hacia lo introspectivo con su manera de cruzar los paradigmas de KLAUS SCHULZE (etapa 75-78) con el de los KRAFTWERK de la etapa 78-81 (más algunos matices de los OMD de los discos segundo y tercero, como de rebote). Alrededor de la frontera del segundo minuto y medio, la pieza adquiere y capitaliza efectivos recursos de densidad sónica. ‘Treatment’, por su parte, explora nuevamente las facetas más ágiles de la electrónica arropada por una fastuosidad progresiva, creando puentes entre el patrón de los TANGERINE DREAM de 1980 y el JEAN-MICHEL JARRE de la etapa 81-82. La base rítmica, con sus cadencias tribales, ayuda crucialmente a delinear y preservar los detalles finales del señorío perpetrado por los arsenales duales de los sintetizadores. ‘Procession’ es el tema a cargo de cerrar el disco. Su sección inicial se interna en una monótona caverna misteriosa antes de que el ensamble deje que se despliegue un cuerpo central genuinamente vivaz, el mismo que se sostiene sobre un groove animado y bastante impulsado por un fragor mecanicista. El epílogo donde solo suenan los sintetizadores exhibe una sobriedad relativamente luminosa, lo cual crea un efectivo contrapelo frente a la ambientación general de la sección introductoria. En fin, todo esto fue lo que el colectivo de ZAZAZ nos brindó con “Equinox”, un manifiesto de nuevas brisas para la estratósfera particular de la música electrónica con proyecciones progresivas. Vale la pena mantenerse atentos a lo que este grupo pueda hacer en el futuro cercano, dada la buena primera impresión que nos ha causado este disco.



Muestras de “Equinox”.-


Más críticas de César Inca Mendoza en: Autopoietican - Apuntes de música progresiva contemporánea

sábado, 19 de noviembre de 2022

Programa #321 - 50 aniversario de discos de PROG (primera parte)

Genesis - Foxtrot

Con ustedes, estimados podescuchas, el episodio 321 de Cerca de la Orilla.

Esta emisión con la primera, de tres partes, dedicadas a discos de rock progresivo que cumplen 50 años desde su lanzamiento. Disfruta gran material del año 1972 de grupos como Renaissance, Nektar, Premiata Forneria Marconi, Khan, Genesis, Strawbs y Quella Vecchia Locanda.

Podcast:


Lista de canciones:

Watcher Of The Skies - Artista Genesis, disco Foxtrot

La Carrozza Di Hans - Artista Premiata Forneria Marconi, disco Storia Di Un Minuto

Generale - Artista Premiata Forneria Marconi, disco Per Un Amico

Heavy Disguise - Artista Strawbs, disco Grave New World

New World - Artista Strawbs, disco Grave New World

Crying in the Dark - Artista Nektar, disco A Tab in the Ocean

Sounds of the Sea - Artista Renaissance, disco Prologue

Il Cieco - Artista Quella Vecchia Locanda, disco Quella Vecchia Locanda

Dialogo - Artista Quella Vecchia Locanda, disco Quella Vecchia Locanda

Driving to Amsterdam - Artista Khan, disco Space Shanty


Ficha técnica:
Fecha de publicación: 19/noviembre/2022
Rúbricas: Nora García (canciones Hatenaki Shoudou y Divine Design de KBB)
Música de fondo: Dancing With The Invisible de Zozimo Rech
Producción integral: Javo Aguirre

¡Saludos, sinfónicamente setenteros!

miércoles, 16 de noviembre de 2022

La nueva serie de hermosos paisajes musicales de los británicos GURANFOE

Guranfoe - Gumbo Gumbo

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la agradable ocasión de presentar el nuevo disco de los británicos GURANFOE, el cual se titula “Gumbo Gumbo” y fue publicado el pasado 28 de octubre. El colectivo integrado por James Burns [guitarras eléctricas, acústicas y de 12 cuerdas, bajo, piano, sintetizador Roland Juno-60 y Mellotrón M4000D], Ollie Snell [guitarras eléctricas, acústicas y lap steel], Robin G. Breeze [bajo, piano, sintetizadores Roland Juno-60 y Korg Minilogue, y Mellotrón M4000D] y Joe Burns [batería y percusión] recibió las asistencias ocasionales de parte de Rob Milne (flauta y saxofón), Rob Baker (guitarra lap steel y voz) y Arthur Yann Le Baleur (percusión) para completar esta serie de hermosos paisajes musicales que integra el repertorio del nuevo disco. Todo lo que suena a lo largo de “Gumbo Gumbo” fue grabado en las temporadas de agosto a octubre del 2020 y de febrero a marzo del 2022, junto a algunas sesiones de marzo y de diciembre del año 2021. Este grupo asentado en la localidad de Norwich nos sorprendió muy gratamente con su primer trabajo de estudio del 2019 “Sum Of Erda”, aunque ya el mismo tenía bastantes discos en vivo en su haber. Ahora, con la concreción de “Gumbo Gumbo”, la gente de GURANFOE decide explorar más a fondo su propia visión del rock progresivo ecléctico dándole, dentro de un enfoque general, una mayor musculatura a su sonido global y, de paso, impulsando más recursos de sofisticación a sus composiciones. Adelantamos que este disco nos gusta más que su antecesor, lo cual ya es bastante, pero mejor vayamos a los detalles de este nuevo disco ahora mismo, ¿vale?


‘Aravalli Wood’ abre el álbum con un imponente colorido que ostenta una estilizada vivacidad propia del legado de YES junto a algunos efluvios Canterburyanos que podemos rastrear en NATIONAL HEALTH y masivos juegos multívocos que nos remiten al paradigma de los GENTLE GIANT más poderosos (etapa 73-75). La complejidad de la ingeniería en la que se encuadran los sofisticados desarrollos temáticos, lejos de regodearse en su propia magnificencia, va fluyendo con pulso firme a lo largo de su extensión. Un gran inicio del repertorio. Durando casi 12 ¼ minutos, ‘Et Alias’ es el segundo tema del álbum y también el más extenso del mismo. Su prólogo emana un vigor expresivo instantáneo, pero éste es más dosificado, abriendo camino al predominio de estructuras y enfoques melódicos encauzados hacia la combinación de sinfonismo, jazz-prog y prog-folk con claros tintes contemporáneos. El cuarteto, estando asistido por un saxofonista-flautista para esta ocasión particular, establece nexos con ZOPP, ECHOLYN, THE TANGENT y CICCADA: preciosismo en los arreglos melódicos y diversidad en los índices de expresividad sónica se fusionan en una sola fuerza creativa mientras las bien afiatadas interacciones instrumentales se transportan grácilmente a través de los innumerables recovecos temáticos de esta ambiciosa pieza. La pauta calmada de los últimos segundos sustenta un final adecuado para este tremendamente intenso viaje progresivo. Todo un cénit del disco, no nos cabe duda al respecto. ‘Indigo Moon’, que dura menos de 10 ½ minutos, sigue a continuación para darle un viraje un poco más frugal a las ambiciosas estrategias musicales de la banda. El tenor pastoral del inicio tiene cierto toque del GENESIS clásico (etapa 70-73), así como de ciertos referentes del revival progresivo escandinavo e italiano de los 90s (estamos pensando en bandas como WHITE WILLOW y ERIS PLUVIA). A partir de allí, el grupo edifica una sobria arquitectura donde los contrastes entre los pasajes aguerridos y los sedosos son manejados con natural soltura. El rol destacado de la flauta invitada en varias secciones ayuda a la pieza a mantener su aureola pastoral como la decisivamente predominante. El final, épico y ensoñador a la vez, ostenta un magnetismo envolvente.

‘To The Sun’ es un excelente ejercicio de jazz-prog con varios matices folk y bien apuntaladas vibraciones fusionescas. Exhibiendo un virtuosismo ágil en su estructura multitemática de forma similar al que se dio en el tema que abrió el álbum, el grupo ahora decide aumentar las dosis de fulgor sonoro al asunto. El desempeño de la dupla rítmica resulta particularmente exigido durante el esquema de trabajo proyectado aquí, pues el swing debe aportar musicalidad a la ingeniería sonora, no solamente darle un núcleo central (que también lo hace). Siendo el tema más breve del disco con sus 5 minutos de duración, todavía dice mucho al oyente atento. ‘Django’ cierra el álbum y lo hace siguiendo, en no poca medida, las pautas estructurales del penúltimo tema. Es prácticamente una continuación de ‘To The Sun’ con la adición de una dosis extra de garra rockera. A veces esto suena muy afín a los JETHRO TULL de la etapa 77-78 en medio de una hibridación con los YES de la etapa 71-72. En fin, ésta fue la experiencia de “Gumbo Gumbo”, un disco que refuerza el posicionamiento de GURANFOE como una de las entidades más notables dentro de la actual escena progresiva británica. Definitivamente, hay que seguir la pista a este grupo respecto a cualesquiera discos produzca en el futuro próximo, porque disfrutar de este trabajo fonográfico no es solo un acto auditivo sino también práctico, en el sentido de que se siente como un paseo a través de diversos paisajes dentro del espíritu humano. Totalmente recomendable.



Muestras de “Gumbo Gumbo”.-


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lunes, 7 de noviembre de 2022

Perspectivas desde la isla space-rockera de los italianos JALAYAN

Jalayan - Floating Islands

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy prestamos atención al grupo italiano JALAYAN, afincado en Milán y conformado por Alessio Malatesta [teclados y sintetizadores], Vincenzo Calvano [guitarras eléctrica y acústica], Matteo Prina [bajo] y Dario Marchetti [batería y percusión], so pretexto de la publicación de su nuevo disco en la segunda mitad del pasado mes de mayo. El título del mismo es “Floating Islands” y se trata de la segunda obra fonográfica del mencionado grupo, sucediendo por un año y medio al disco “Sonic Drive”. Es un disco conceptual sobre la noción de que nuestro planeta, al igual que cualquier otro cuerpo celestial, es una isla que va flotando a través de las olas de ese mar que llamamos Universo, y siendo tan inestable y tan frágil, la humanidad tiene la obligación de cuidarlo con sigilo. El estilo de JALAYAN se centra en un space-rock progresivo portador de una garra meticulosamente estructurada y un preciosismo melódico; es algo así como una transformación más amable de la confluencia entre las influencias recibidas de los OZRIC TENTACLES y de HIDRIA SPACEFOLK. Los procesos de grabación, mezcla y masterización de este nuevo álbum tuvieron lugar en el año 2021 en los Bad Head Studios de Milán (ciudad del grupo), en manos de Alessio Malatesta. Bueno, repasemos ahora el repertorio de este álbum en cuestión.

Con la dupla inicial de ‘Tilmun’ y ‘Nemesis’, el grupo se muestra dispuesto a poner muchas de sus cartas sonoras sobre la mesa. El primero de los temas mencionados se proyecta desde el mismo punto de arranque hacia un groove de claro predominio cibernético que impulsa la ulterior gestación de un swing rockero generosamente alimentado por vibraciones rockeras de tenor psicodélico gracias al rol protagónico que asumen los riffs y solos de la guitarra. Una segunda sección vira hacia un swing un poco más sofisticado, pero el vigor expresivo del ensamble sigue incólume; mientras tanto, los solos de sintetizador van ornamentando la amalgama grupal con total exquisitez. En cuanto al segundo tema, éste se adentra aún más en los senderos de musculatura grupal mientras los arropa bajo exuberantes ropajes de majestuosidad psicodélica que se sitúan a medio camino entre las tradiciones del stoner y el space-rock. Con estos 10 minutos y pico iniciales, el grupo garantiza holgadamente para sí la atención del oyente. Cuando llega el turno de ‘Edination’, el ensamble adopta inicialmente la estrategia de trabajar con atmósferas cósmicas sobre un groove inspirado por el reggae, concretando así un momento de relativo relax tras los contundentes despliegues de colorido y músculo que se encarnaron en los dos primeros temas. Eso sí, a mitad de camino, la dupla rítmica intensifica su esquema de trabajo, obligando a la guitarra a exhibir un mayor nervio, pero es un interludio que no dura mucho. ‘Star Stairs’ incorpora masivamente elementos de jazz-rock sobre una base armónica y rítmica en la que la logística típica del space-rock es utilizada para remozar (y, en cierta medida, retorcer) un swing en clave de blues. Para la sección epilogar, el grupo elabora un contundente esplendor rockero. ‘Fire Of Lanka’ exhibe un dinamismo muy similar al del segundo tema del álbum, aunque con un particular realce de los ornamentos y secuencias cibernéticas de parte de los teclados. ‘Colliding Orbits’ es posiblemente la pieza más elegante del álbum. Operando sobre un tempo de 7/8 y abriendo abundantes espacios a la incorporación de elementos del jazz-fusion, el grupo desarrolla un groove y unas atmósferas pletóricas de mágica gracilidad y genuina sofisticación progresiva dentro de su esencia space-rockera. El ensamble calcula muy los momentos en los que debe haber ciertas erupciones climáticas a través del desarrollo temático.

Cuando llega el turno de ‘Narayanastra’, advertimos que el grupo quiere proseguir por la senda de sofisticación progresiva que fue tan fehacientemente explorada en el tema precedente, mientras incorpora síntesis estilísticas a partir de las herencias respectivas de los dos primeros temas del álbum. La magnificencia sonora aumenta mientras el cuarteto sigue incrementando las dosis de suntuosidad en su siempre ágil afiatamiento musicales. Durando casi 7 minutos, ‘Shem Temple’ es la pieza más extensa del repertorio y también es la encargada de cerrarlo, y lo hace, como parece ser natural, acogiendo y capitalizando varias resonancias épicas ya vertidas en la secuencia de las tres piezas precedentes. Los matices futuristas de lo cósmico, la garra esencial de lo rockero y los acicalamientos exóticos de tenor fusionesco se compenetran mutuamente a una línea de trabajo que se ha hecho consistente a lo largo del álbum. A mitad de camino, el groove se intensifica notoriamente y, con ello, la ambientación general se torna más urgente y vehemente, preservando el embrujo espacial del bloque sonoro. Todo esto es “Floating Islands”, un trabajo extrovertido y llamativo que debe suponer para el personal de JALAYAN un posicionamiento definitivo dentro de un lugar preferencial dentro de la escena space-rockera de nuestros días. Son más de 45 minutos de música vivaz, muscular y con gancho.



Muestras de “Floating Islands”.-


Más críticas de César Inca Mendoza en: Autopoietican - Apuntes de música progresiva contemporánea

jueves, 3 de noviembre de 2022

Un paso adelante en el camino avant-progresivo del ensamble ruso COMPASSIONIZER

Compassionizer - Narrow is the Road

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Tenemos hoy el placer de presentar el nuevo álbum del ensamble ruso de música progresiva ecléctica COMPASSIONIZER, el cual se titula “Narrow Is The Road” y fue publicado el pasado 21 de octubre, hace muy poco. Este proyecto tiene ya algunos años de existencia y está comandado por el músico y compositor Ivan Rozmainsky; en este disco, él se hace cargo de los teclados, los sintetizadores, la kalimba, el vibráfono y la marimba. ¿Nos suena su nombre de algo? Sí, de la banda ROZ VITALIS, fundada en el año 2001 en la localidad de San Petersburgo y cuyo disco debut del 2007 se titula precisamente “Compassionizer”. Ahora este nombre es retomado para nombrar a este colectivo que, al igual que ROZ VITALIS, practica un enfoque avant-progresivo con generosas presencias de elementos folk y ambient que se utilizan, alternadamente, para añadir colorido y densidad a los focos temáticos de cada composición. El ensamble de COMPASSIONIZER se completa con Leonid Perevalov [clarinetes bajo], Serghei Luincenco [guitarras eléctricas y acústicas, rubab, doira y otras percusiones, y flautines] y Andrey Stefinoff [clarinetes]. Todos ellos tuvieron algo que ver con la organización y la producción de las sesiones de grabación de este nuevo material. Algunas colaboraciones ocasionales provinieron de Bayun The Cat (sintetizador bajo, kalimba, tbilat y otras percusiones), Angelina Dortman (flauta), Dmitry Efimchuk (guitarra acústica), Antonina Pozdnyakova (violín) y Oleg Prilutsky (trompetas). Se trata del tercer álbum de COMPASSIONIZER, e incluye piezas inspiradas en poemas de Anastasia Prokhorenko y de Maria Leontieva. Como siempre, el músico y artista gráfico Vyacheslav Potapov se hizo cargo de la portada. El grupo debutó en el año 2020 con el disco “Caress Of Compasion” y ahora tenemos en nuestras manos a “Narrow Is The Road”, un álbum conceptual que gira en torno a la idea de cuán importante es elegir el camino correcto y asumir las consecuencias de dicha elección, lo difícil que es encontrar esa senda de rectitud, la posibilidad de cometer graves errores mientras se está en ello y, a fin de cuentas, la relevancia que tiene ayudar a otros, lo cual puede llevarnos a algún tipo de certeza sobre lo que es correcto. Las ganancias monetarias obtenidas con la venta de este disco serán donadas a una familia de ucranianos emigrados a Hamburgo, Alemania. Bueno, vayamos ahora a los detalles de “Narrow Is The Road”.

Durando poco más de 7 ¼ minutos, ‘Only One Road For The Wayward’ abre el repertorio del álbum y lo hace con una ceremoniosidad que, inicialmente grisácea, pronto pasa a agitarse dentro de un bizarro dinamismo donde se cruzan los universos de ART BEARS y de UNIVERS ZERO, además de algunos elementos de fusión folclórica vanguardista metidos en el entramado sonoro con miras a darle una vivacidad deconstructiva. ‘The Invasion Of A Crying Shame’ sigue a continuación para elaborar un enfoque más caleidoscópico del bien afiatado esquema grupal bajo una atmósfera que oscila entre lo cinematográfico y lo surrealista. Es evidente que aquí resuena un mayor lirismo que en la pieza de entrada, aunque sin renunciar a la desafiante lógica deconstructiva. ‘Black Sky White’ desarrolla una capitalización de los cromatismos y tonalidades exhibidas en la pieza precedente, pero con un acento dramático y una tensión envolvente que ayuda bastante a darle un giro mágicamente extravagante a la maraña de los instrumentos utilizados, la mayoría de ellos, tradicionales. Tenemos aquí un encantador cénit del álbum que establece conexiones estilísticas con los paradigmas de bandas como UT GRET, ZAAL y STOP MOTION ORCHESTRA. Reincidiendo en la exploración de matices basados en instrumentos académicos y étnicos, ‘I Need You To Help’ funge como catalizador de la faceta más relajante de COMPASSIONIZER. No siendo particularmente vitalista per se, esta pieza gestiona cabalmente el esquema sónico que brota desde el núcleo central protagonizado por las maderas y las cuerdas. La quinta pieza del repertorio es la que justamente da título al álbum. Aquí, el ensamble regresa a los recursos de sobrio y misterioso lirismo que empaparon a los temas #2 y #3 mientras lo arropa bajo un aura crepuscular. ‘In Things Too High For Me’ dura más de 8 ½ minutos e instaura un nuevo cénit para el disco. Su ingeniería musical transita por varios parajes, desde lo delicado hasta lo tenso y muchos tintes intermedios. En lo referente a los pasajes más tensos, a veces nos acordamos de ISILDURS BANE en la época de las dos primeras partes de su múltiple concepto “Mind”. También advertimos que hay una majestuosidad persistente que opera abiertamente incluso en las estancias más evocadoras. La sección epilogar asume un talante agradablemente ensoñador.

‘Looking From The Dome’ tiende puentes entre el imponente preciosismo del tema inmediatamente precedente y el juguetón cromatismo que signó a la ilación de las piezas segunda a la cuarta. Los riffs de guitarra aportan una garra especial a la arquitectura global mientras la sección percusiva gesta unas síncopas y unos ornamentos que realzan cabalmente la esencia etérea de la composición. ‘Kramatorsk’ saca buen provecho a su espacio de 14 ½ minutos para instaurar el clímax definitivo del álbum. La estrategia creativa vertida en este tema se centra en retomar asuntos pendientes de ‘In Things Too High For Me’ y llevarlos por una senda de sombría magnificencia, lo cual se traduce en una densidad señorial y un espesor musical que muchas veces muestra sus fauces tenebrosas. Tenemos aquí una cruza entre la tradición de UNIVERS ZERO y los ART ZOYD de la etapa 1982-87 a través de un filtro elaborado en la fábrica de los legendarios RATIONAL DIET y una supervisión de ISILDURS BANE. Las diversas líneas dibujadas por las cuerdas y los vientos, que en varias ocasiones vienen acompañadas por retazos de guitarra, encarnan fehacientemente el tipo de vivacidad inquietante e inescrutable que marca al espíritu de esta pieza. A poco de pasada la frontera del décimo minuto, el ensamble se complace en perfilar un mecanicismo sonoro drásticamente deconstructivo cuya función es la de realzar profusamente el factor tenebroso que, de todas maneras, estuvo siempre presente. Todo aterriza en un epílogo reposadamente oscurantista que parece retratar la primera visión de la trágica debacle de algo. El cierre del repertorio llega de la mano de ‘Road’, la única pieza del repertorio que dura menos de 4 minutos. Centrándose en el piano con sus mesuradamente parcos fraseos que abren campo a las ulteriores florituras de maderas y cuerdas, este tema ofrece un breve momento de contraste frente a la maratón precedente, plasmando un paisaje musical bastante amable. Todo esto es lo que se nos ha brindado con “Narrow Is The Road” desde los cuarteles de COMPASSIONIZER, un ensamble que nos ha brindado una de las obras más notables emergidas de Europa del Este para el presente año 2022. Totalmente recomendable para los amantes del art-rock con un espíritu peculiarmente aventurero y los seguidores del género progresivo en general.



Muestras de “Narrow Is The Road”.-


Más críticas de César Inca Mendoza en: Autopoietican - Apuntes de música progresiva contemporánea