HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos el tercer disco de música de cámara de TONY BANKS, a quien
conocemos como el perpetuo teclista, ocasional guitarrista y más prolífico
compositor de GENESIS: el disco en cuestión se titula “Five” y fue
publicado el 23 de febrero último por el sello BMG. Este ítem fonográfico
sucede a “Seven: A Suite For Orchestra” (2004) y “Six Pieces For
Orchestra” (2012), y de hecho, BANKS no tenía en mente específicamente que
este disco que tenemos en nuestras manos contuviese cinco piezas, pero al
final, no pudo evitar que ésa fuese la cantidad de ítems de su repertorio, y
cómo no, tampoco pudo evitar que el propio título “Five” se impusiera
por sí mismo. Así que, en este caso, tenemos una secuencia involuntaria de
cantidad decreciente de composiciones académicas. Las primeras ideas musicales
de lo que luego pasó a ser el desarrollo del repertorio completo de “Five”
emergieron de la comisión que se ofreció al buen TONY para que compusiera una
pieza de cámara de 15 minutos para el Cheltenham Music Festival de julio del
2014, siendo la decimoséptima edición del mismo y con una orquesta dirigida por
Meurig Bowen. BANKS adoptó la estrategia de acoplar y armonizar varias piezas
breves que ya tenía a medio desarrollar: el resultado fue ‘Arpregg’, la cual,
tras algunas remodelaciones ulteriores para las secciones más fastuosas, se
rebautizó como ‘Prelude to a Million Years’, a la sazón, la pieza de apertura
de “Five”. En este disco, nuestro compositor de interés contó con el
soporte de la Orquesta y Coro Sinfónico Nacional de la República Checa, siendo
así que el director Nick Ingman no solo guio al ensamble de cámara con su
batuta, sino que también ayudó a BANKS a perfeccionar varios matices, cadencias
rítmicas y atmósferas de las cinco piezas aquí incluidas. Su labor en ‘Prelude
To A Million Years’ fue muy valorada por BANKS y por ello lo acogió como su
socio en cada paso del camino de realización integral de “Five”. También se
destaca en varios momentos las intervenciones de los solistas John Barclay
[corneta y trompeta], Martin Robertson [saxofón y duduk], Frank Ricotti
[percusión] y Skaila Kanga [arpa]. A lo largo de todo el disco, BANKS toca
piano y también algo de celesta, algo que no sucedió en los dos discos de
cámara precedentes (de hecho, no toca nada en “Six Pieces For Orchestra”).
Bueno, veamos ahora los detalles específicos de este nuevo repertorio orquestal
del maestro BANKS.
‘Prelude To A Million
Years’ (con un título tomado de la novela gráfica de Lynd Word) comienza con
capas masivamente ceremoniosas de las cuerdas, diseñadas ellas para plasmar un
aire de sombrío señorío. Dicho señorío se acrecienta notoriamente cuando entran
a tallar los bronces, logrando también que una luminosidad renovadora le dé un
giro más robusto a la atmósfera y al desarrollo temático. Los niveles de
grandilocuencia son variados y finamente calculados según el momento. El núcleo
temático es, de por sí, un prodigio de magnificencia aristocrática signada por
una pulcritud arquitectónica. Ya cuando se ha pasado la frontera del sexto
minuto, el armazón orquestal pasa hacia un largo paraje de relativa serenidad
que no es sino la instauración de los cimientos de un próximo momento de
expansión expresionista cuyo clímax exhibe su mayor fulgor alrededor de la
frontera del décimo minuto. Una vez que todo regresa a la previa atmósfera de
señorial serenidad, el terreno se prepara para que la magnificencia del motif
central marque un nuevo terreno durante los últimos tres minutos y medio,
aterrizando todo en una plácida calma otoñal. La dupla de ‘Reveille’ y ‘Ebb And
Flow’ encarna, según nuestro parecer, la cumbre del disco. ‘Reveille’ comienza
con el piano dictando y trazando efluvios ondeantes mientras las cuerdas y las
maderas, con una delicadeza estratégica, se van uniendo a la exquisita marea
sonora en curso. Dicha marea va ganando en densidad y claridad melódica cuando
el corno aporta sus sobrias florituras y el bloque orquestal va armando su
imponencia hasta llevarla a su explicitación más notable. A mitad de camino,
las aguas transitan por un paraje más calmado mientras el motif central se
reacomoda para explayarse en un ambiente más cercano a lo melancólico. No se
trata tanto de un viraje como de un replanteamiento de la mirada musical a fin
de develar el aspecto reflexivo que la alegría también tiene. Este momento
resulta crucial pues el epílogo de la pieza se sitúa claramente en una
instancia serena, lo cual da un matiz ligeramente crepuscular a un fulgor que
siempre fue permanente. ‘Ebb And Flow’ se emparenta más con el señorío esencial
de la primera pieza a la par que le da un esplendor más rotundo. De hecho,
cuando aún no llegamos a la frontera del segundo minuto, las cuerdas ya han
instalado una cadencia entusiasta desde la cual se impulsa el dominio de lo
extrovertido en el encuadre expresionista del bloque instrumental global. Los
momentos más gráciles evocan imágenes de un atardecer primaveral, los más
ostentosos aluden a un mediodía veraniego.
‘Autumn Sonata’ sí establece un
hermanamiento más pleno con el espíritu de palaciega ceremoniosidad que antes
apreciamos en ‘Prelude To A Million Years’. Su motif central exhibe
una calidez ciertamente conmovedora a través de un talante que se siente
predominantemente grisáceo. De todas maneras, siempre se abren algunos espacios
para que el desarrollo melódico dé indicios claros de agilidad, y, de hecho,
los cuidados aportes de las percusiones tonales son chispazos de jolgorio en
medio de la sobria alegría que siempre para traslucirse en medio de la
parsimonia reinante. A poco de pasado el límite del sexto minuto, se da un empuje
de refulgencia al arreglo orquestal bajo la guía del corno: de este modo, se
gesta un cautivador pasaje saltarín donde se produce un breve reinado del
vitalismo en su más plena pureza expresiva: para ello, el apoyo coral resulta
importante. Aunque las cosas pronto retornan a la serenidad inicial, la semilla
ya está sembrada para que el recurso vitalista pueda resurgir en cualquier
momento... y en efecto, eso ocurre durante el magnífico pasaje epilogar. Muy a
lo ELGAR va el asunto, y nos encanta, en general casi como cualquiera de las
dos piezas precedentes. Vale la pena contar la anécdota de que ‘Autumn
Sonata’ tenía primero el título provisorio de ‘New And Old’ en alusión al
hecho de que BANKS armó esta pieza uniendo una composición reciente con otra de
hace muchos años y para la cual no había encontrado un lugar todavía: la
sección vieja es la intermedia. Todo concluye con ‘Renaissance’, la pieza
más consistentemente solemne del álbum, y también la que incluye la presencia
más fuerte del ensamble dentro del integral aparato académico. El desarrollo
temático se inicia etéreamente sobre una cadencia muy constreñida, haciendo que
los pasajes más calmos fluyan con infinita fluidez mientras que los pocos
momentos exaltados se edifiquen con sutil naturalidad. El título del tema
invita a pensar en un vivaz salir a la luz tras una vida de oscuridad y muerte
con la cual aquélla se contrasta, pero, dado el talante de la pieza, más bien
parece que esta pieza pretende retratar el tránsito del misterio al
empoderamiento que se da desde el mismo momento del renacer. Se refuerza esta
intuición cuando la segunda mitad del desarrollo temático se deja inundar por
una aureola optimista y fulgurosa: al final, resulta que lo solemne se deja
empapar masivamente por este poderoso cariz optimista para dejar detrás de sí
lo etéreo y lo ceremonioso. Es la pieza óptima para concluir esta serie
de “Five”.
Se nota que TONY BANKS
se está tomando con mucho entusiasmo esta fase actual de su carrera musical
como compositor de cámara: nos atrevemos incluso a señalar que “Five” es
el disco más notable que tiene hasta la fecha dentro del presente periodo. A lo
largo del repertorio de este disco se da un despliegue muy inspirado y
equilibrado de fastuosidades alternadas con pasajes reflexivos, piezas que
muestran su suntuosidad de manera gradual y otras que la muestran prácticamente
desde sus primeras instancias. No se trata de una simple excursión en la música
académica por pura curiosidad, sino de una labor sesuda que rinde frutos
musicales muy coloridos. Nos ha causado una muy grata impresión.
Muestras de “Five”.-
Ebb And Flow: https://www.youtube.com/watch?v=YQcGaP5M26Y
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