miércoles, 3 de agosto de 2022

Los diversos paisajes musicales del colectivo progresivo francés ENNEADE

 Enneade - Withered Flowers and Cinnamon

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos “Withered Flowers And Cinnamon”, el nuevo disco del grupo francés ENNEADE, el mismo que está actualmente conformado por Julien Fayolle [bajo, contrabajo, Chapman Stick, pedales Moog Taurus y glockenspiel], Christophe Goulevitch [guitarras eléctricas], Christian Greven [voz, coros y teclados], Frédéric Lacousse [batería, percusiones, marimba y xilófono] y Georges-Marc Lavarenne [guitarras eléctrica y acústica, mellotrón y coros]. Este disco en cuestión fue publicado a fines del pasado mes de abril por el sello Vallis Lupi Productions. Se trata del tercer álbum de estudio de este ensamble formado en 1995 como sexteto en la bella localidad de Lyon, usando mayormente las coordenadas estilísticas del prog-metal. Eso sí, para el tiempo en que llegó el año 2005 y el grupo pudo concretar su álbum de debut “Remembrance”, el esquema sonoro de ENNEADE había virado hacia juegos de contrastes entre pasajes aguerridos y serenos, asimilando más elementos del sinfonismo de ayer y de hoy, y, a fin de cuentas, convirtiéndose en un grupo de prog ecléctico con ocasionales matices de prog-metal. De hecho, con cada nuevo álbum, el grupo tornaba su enfoque musical hacia terrenos más matizados. Aunque el arsenal sonoro del grupo es de por sí robusto, se dio todavía el lujo de contar con algunas participaciones extra: la de Kunio Suma (de la inolvidable banda japonesa BI KYO RAN), quien tocó sendos solos de guitarra en dos temas, y la del saxofonista Olivier Sola, quien aparece en el último tema. El material de “Withered Flowers And Cinnamon”se grabó en Warmaudio Studio y en Convulsound Studio, siendo así que Thibault Bernard (el dueño del segundo de estos estudios mencionados) se hizo cargo de la mezcla y la masterización. El baterista-percusionista de la banda Frédéric Lacousse realizó el arte gráfica del disco bajo la inspiración de una fotografía tomada por Martine Planet. Bueno, vamos ahora a los detalles del repertorio de “Withered Flowers And Cinnamon”.

Enneade - Withered Flowers and Cinnamon

Ocupando un espacio de poco más de 9 ¼ minutos, ‘A Foul Taste Of Freedom’ abre el disco a lo grande, iniciándose con un sereno cántico que pronto abre paso a un ejercicio de ágiles dinamismos rockeros que se sitúan a medio camino entre EDENSONG y YES, y estando así las cosas, se intercalan otros pasajes más filudos donde los riffs y efectos de guitarra ingresan convincentemente en el terreno de lo pesado a través del filtro de RIVERSIDE. De esta manera, opera en la canción una cruza entre la lozana frescura del aire y la fiera incandescencia del fuego. El cuerpo central se ornamenta cabalmente con algunos comedidos solos de sintetizador y de guitarra ubicados en ciertos lugares estratégicos. A poco de pasada la frontera del sexto minuto, emerge un interludio parco e introspectivo signado por armonías mínimas de guitarra acústica; esto sirve como puente hacia una nueva exaltación del bloque sonoro que está diseñada para redondear la faena con suficiente señorío. ‘Illumination’ sigue a continuación y no se deja opacar fácilmente por la canción precedente. De hecho, su estrategia consiste en trabajar la fastuosidad esencial de la banda por vía de una acentuación del perfil lírico, lo cual vez de la mano de un enfoque refinadamente arquitectónico de las secciones pesadas cada vez que estás surgen y salen al frente, algo que, en no poca medida, se siente emparentado con los DREAM THEATER de los dos últimos discos. Es por eso que su presencia ostenta una expresividad ígneamente dramática. Así pues, tenemos aquí una versión semi-metalizada de una cruza entre YES y GENESIS, y de paso, un primer cénit del álbum. Los ornamentos de percusión enlazan el final de este tema con el inicio de ‘Tinkling Forks’, canción, la cual sigue una línea de combinaciones estilísticas entre el paradigma de los BUBBLEMATH y el mejor legado de los KING CRIMSON de la etapa 81-84. La maraña de las guitarras crea una atmósfera grácil oportunamente ataviada por los aportes de las percusiones tonales. Todo se torna mágico cuando surge un flotante solo de guitarra, tras cuyo final se acerca el engarce con el cuarto tema del álbum, titulado ‘Grand Buffet’. Éste sigue por la línea del anterior con un enclave aumentado para el vigor rockero; de hecho, parece como si se tratara de una sola canción bien focalizada en torno a algunos centros temáticos bien definidos.

El repertorio del álbum se cierra con ‘Autumn’, la más larga del disco con su espacio de casi 12 ¼ minutos. Todo comienza con una atmósfera ceremoniosa que raya con lo tétrico en base a un misterioso groove de la batería y unas capas misteriosas de sintetizador y mellotrón. Ya cuando las armonías de las guitarras entran a tallar, lo ceremonioso es reemplazado por lo evocador, siendo así que cuando el dúo rítmico termina de asentarse, la canción asume unas rotundas vibraciones expresionistas. Mientras el grupo va reforzando este posicionamiento en un terreno intermedio entre ADVENT y ECHOLYN, la inserción de algunos pasajes rockeramente vivaces ayuda bastante a sostener el clima de permanente sofisticación musical al cual apunta la banda, aunque la espiritualidad sigue siendo predominantemente evocadora. Esta noción es impulsada diáfanamente por el modo en que el saxofón guía el camino hacia el clímax conclusivo de la canción, uno bastante majestuoso. En menos de 40 minutos, la gente de ENNEADE se ha lucido muy decentemente en cuanto a la creatividad y la energía expuestas en “Withered Flowers And Cinnamon”, un disco que, según nuestra percepción, es uno de los más bonitos que se han realizado en la actual escena progresiva francesa en lo que va del presente año 2022. Muy recomendable, para decirlo con pocas palabras.



Muestras de “Withered Flowers And Cinnamon”.-


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