HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Desde Japón llega el nuevo disco de estudio del magistral trío japonés KOREKYOJINN, el sexto cual se titula “Mesopotamia” y fue publicado el pasado 4 de agosto. Siempre es bienvenido cualquier trabajo musical que nos trae este power-trío conformado por el baterista Tatsuya Yoshida, el guitarrista Natsuki Kido y el bajista Mitsuru Nasunu, una confraternidad avant-progresiva muy duradera de estos veteranos egresados de RUINS, BONDAGE FRUIT y GROUND ZERO. Cada uno de ellos es una personalidad con gran presencia propia en la vanguardia japonesa desde los 90s, cada uno de ellos trabaja en varios proyectos, y cada vez que se juntan, eso solo puede significar que hay buenas noticias para los melómanos adeptos y adictos al prog vanguardista. Se trata de la séptima obra de estudio de KOREKYOJINN, la sexta con material íntegramente nuevo. “Fall Line”, de julio de 2015, era hasta ahora el último trabajo de la banda con nuevas composiciones, siendo así que el siguiente álbum del grupo, que se titula “Kaleidoscope” y fue publicado en marzo de 2017, consistía en versiones acústicas de temas de discos precedentes. En lo referente a los detalles de la publicación concreta de “Mesopotamia”, fue Yoshida quien se hizo cargo de todo: las composiciones, la mezcla y el arte gráfica (también es un ávido fotógrafo). De hecho, es su propio sello Magaibutsu el que se encarga de la publicación digital así como en CD de este nuevo disco. Veamos ahora los detalles específicos del repertorio de este disco, ¿vale?
La pieza que abre el repertorio se titula justamente ‘Mesopotamia’ – una de las dos que duran 9 minutos dentro de este repertorio – y su manera de poner en marcha las cosas es inapelablemente incendiaria. El vigor de las interacciones y el empuje aguerrido de la arquitectura sónica se adentra valientemente a lo largo y ancho de los muchos recovecos que se van armando en este laberinto de paredes hechas con el hierro más candente. Los universos del jazz-rock, el heavy-prog, el math-rock y el Zeuhl en clave demencialmente megalómana se conjugan en esta pieza monumental que carga con la ardua tarea de marcar el camino para muchos de los enfoques y grooves a ser concretados en la mayor parte del repertorio restante. A continuación llega el turno de ‘Lucky Dip’, pieza que enfatiza las dimensiones joviales presentes ya en la que abrió el álbum. No solo eso, también se enfila hacia un dadaísmo más marcado a la hora de manejar los contrastes entre los diversos esquemas rítmicos y grooves que se van hilando a lo largo del camino. Incluso se percibe una mayor rigidez en la arquitectura compositiva creada para la ocasión. Con la dupla de ‘Karakorum’ y ‘Junction’, el grupo sigue adelante con sus estilizados y extravagantes viajes de sofisticada garra mientras explora matices diversos. Eso queda bastante claro en el primero de estos temas mencionados, el cual se focaliza en el discurso jazz-rockero y baja un poco las dosis de furia y extravagancia, casi tendiendo puentes con THE ARISTOCRATS y ATTENTION DEFICIT. Bien es verdad que sigue habiendo espacios para las musicalidades desafiantes, como sucede con el neurótico jam de talante Crimsoniano que emerge en el intermedio, así como con el eufórico clímax que signa al epílogo de la pieza. Por su parte, ‘Junction’ establece un enfoque razonablemente sobrio a la estrategia de síntesis de los espíritus predominantes en los dos primeros temas del álbum. Incluye un fabuloso solo de bajo, al cual le sucede uno de los más electrizantes solos de guitarra de todo el álbum.
‘Oval Office’ es algo así como el bicho raro del repertorio. Se trata de una suave pieza centrada en grooves de jazz-fusion (incluso con una presencia importante de la guitarra acústica en algunos pasajes) donde el manejo de los momentos exultantes resulta mesurado a la hora de dejar que la contundencia inherente al tema se deje llevar con fluida naturalidad. Los espacios donde predomina lo lírico proporcionan un colorido cándido al asunto. La secuencia de ‘Polite Force’ y ‘Nine Tails’ se encarga de cerrar el repertorio, siendo así que el segundo de estos temas es el otro que dura 9 minutos. El título de la penúltima pieza es un claro homenaje al segundo álbum de esa legendaria banda británica que fue EGG, siendo su esquema de trabajo muy similar a la de la pieza de apertura, pero con un enfoque más cercano al tema #4 en lo referente a los arreglos integrales de todas las ideas y grooves que se van sucediendo. El epílogo ostenta una ceremoniosidad ampulosa y envolvente. Es uno de nuestros temas preferidos del disco junto a los dos primeros y ‘Oval Office’. ‘Nine Tails’ comienza con un solo de guitarra acústica enfocado en un talante fusionesco, y una vez que elabora un motif recurrente, abre a puerta al impetuoso arribo del trío eléctrico, el cual se dispone a elaborar un viaje donde se anudan las estrategias sonoras de los temas #2 y #3. O sea, el dadaísmo robusto de aquél y el señorío relativamente escueto de éste. En algún momento a poco de pasada la frontera del cuarto minuto, emerge un breve pasaje tormentoso que añade una adecuada dosis de desconcierto a la ingeniería musical en curso. Todo esto fue “Mesopotamia”, una nueva exhibición de la peculiar combinación de retorcido ingenio musical e incombustible vigor que siempre ha caracterizado a KOREKYOJINN. Avant-prog marcado por el fuego y los artilugios operativos en la fragua de Vulcano, esto es lo que siempre nos ha brindado el trípode incandescente armado por los Sres. Yoshida, Kido y Nasuno, esto es lo que nos sigue brindando en este nuevo disco con una frescura inapelable. Uno de los mejores discos del octavo mes del año 2021, de hecho, uno de los mejores discos de lo que va del año, y por eso... ¡¡totalmente recomendable!!
Muestras de “Mesopotamia”.-
Mesopotamia: https://korekyojinn.bandcamp.com/track/mesopotamia
Polite Force: https://korekyojinn.bandcamp.com/track/polite-force
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