jueves, 4 de junio de 2020

Los pasajes y reflexiones musicales de STEAM THEORY

Steam Theory - Passages

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de presentar “Passages”. el hermoso nuevo disco de STEAM THEORY, publicado durante la segunda mitad del pasado mes de marzo. Se trata del cuarto trabajo fonográfico (el primero fue “Enduring Delirium”, del año 2010) de este proyecto creado y dirigido por el músico estadounidense Jason Denkevitz, radicado en Baltimore, Maryland. Denkevitz se reparte en las múltiples labores a los teclados, las guitarras, los bajos con y sin trastes, la guitarra-sintetizador, la mandolina, el bouzouki, algunos arreglos vocales y la programación de ritmos. Como es de suponer, él también se hace cargo de dirigir la grabación del material contenidos en este disco, junto a las ulteriores labores de mezcla y masterización. Ocasionalmente, el buen Jason ha recibido aportes de parte del baterista Chris Mack, el bajista Oliver Unger, el teclista Ori Boker y la violinista Anna Koropchak. La línea de trabajo de STEAM THEORY se centra en el sendero del jazz-prog con clara presencia de elementos sinfónicos en parte de los arreglos y en los desarrollos temáticos, además de generosas dosis de otros elementos propios del jazz-fusion y la así denominada World Music. La claridad melódica y la elaboración de grooves llamativos son las prioridades a la hora de crear y arreglar las ideas concebidas para las composiciones; veamos ahora los detalles de cada una de ellas.

‘Amorous’ abre el álbum con una actitud plácida y una espiritualidad contemplativa, llevando a un motif sencillo sobre un tempo de 3/4 a abrirse, gradualmente, hacia una flotante densidad que nos remite tanto al legado de los WEATHER REPORT de fines de los 70s como al paradigma de TORTOISE. Con la dupla de ‘Aspirations’ y ‘Enochian’, se abren nuevos trazos sonoros para el álbum, y de paso, se expande recursos de expresividad notoriamente más extrovertida que la elaborada en la pieza de apertura. El primero de estos temas mencionados establece un vitalismo genuino dentro de un esquema de trabajo controlado: tenemos aquí una cruza entre la CHICK COREA ELEKTRIC BAND y la banda de BILL BRUFORD, con un estilo en las partes de los teclados que nos remite al hermoso legado de los inolvidables HAPPY THE MAN. Los guitarreos, más bien, nos llevan al terreno de JEFF BECK mientras abre lentamente el camino hacia el fade-out. Este maravilloso caleidoscopio jazz-progresivo se erige como un primer cénit del álbum. ‘Enochian’, por su parte, establece un gentil sendero de colores fusionescos que, en buena medida, se apoyan en el rol protagónico que ocupan conjuntamente la mandolina y la guitarra acústica. Más bien parece que las intervenciones de la guitarra eléctrica y del sintetizador están al servicio del incremento de las texturas aludidas en el desarrollo temático. La magnificencia amable del prog con tendencia pastoril y el jazz-fusión de talante celebratorio se conjugan aquí con extraordinario fulgor. Los dos siguientes temas, ‘Findelin’ y ‘Solace’, temas duran 7 ½ minutos y 7 ¾ minutos, respectivamente. ‘Findelin’ cumple con la función de establecer referencias rockeras patentes y rotundas para un exquisitamente complejo viaje musical que nos lleva a una encrucijada entre HAPPY THE MAN y NATIONAL HEALTH, con retazos añadidos de GENTLE GIANT. Con la inserción de breves interludios barrocos guiados por la guitarra acústica, el cuadro progresivo se completa fehacientemente. Otro punto culminante del disco. ‘Solace’, tal como indica su título, es una pieza calmada e introspectiva, bien encuadrada dentro de una ingeniería flotante para el asentamiento de las bases armónicas de teclado. En algunas ocasiones en las que entra a tallar un solo de guitarra el groove se intensifica, lo cual da pie a que la arquitectura instrumental se torne más suntuosa. Los ecos de HAPPY THE MAN siguen allí.

Durando poco más de 11 ½ minutos, la pieza homónima se erige como la más extensa del repertorio, y como tal, está dispuesta para que llame la atención de una manera especial. Lo primero que se nos revela es un hermoso pasaje de piano que nos remite a un híbrido entre JAN HAMMER y THE ENID debido a su mezcla de impresionismo y romanticismo. Una vez instalados el bloque rítmico y las capas orquestales, todo va derivando hacia una fastuosidad comedida que se acerca al paradigma de la primera etapa de WEATHER REPORT, pero todo cambia poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto y medio cuando el factor de sinfonismo mezclado con Canterbury (CAMEL con GILGAMESH) entra a tallar en una crucial variante temática. Aunque se trata de un paraje breve, tiene suficiente impacto como para hacer que el resto de la pieza transite a paso firme en una alternancia fluida entre episodios cautelosos y otros luminosamente ágiles. Como un todo, esta pieza ‘Passages’ funciona muy bien al instaurar un cénit decisivo para el disco. ‘Reflections’ vuelve de lleno a la evocación de los aires de HAPPY THE MAN, y mientras lo hace, también incorpora elementos melódicos propios de las vibraciones melódicas de los primeros álbumes de RETURN TO FOREVER. Cuando llega el turno de ‘Fronts’, el aspecto progresivo vuelve a ser predominante y contundente, usando una especie de síntesis entre los enfoques de los temas tercero y cuarto en la articulación temática de la tercera pieza del álbum, pero metiendo más punche al asunto. La clave está en el equilibrio entre la guitarra acústica y la confraternidad de guitarra eléctrica y sintetizador, así como en la creación de mayores variables en la estructuración melódica. Se nota la influencia Yessiana en varios momentos del desarrollo temático. Una mención especial va para los ocasionales colores que añade el violín en ciertos momentos de la primera mitad. Este ítem es realmente climático, como lo es también el que sigue a continuación, ‘Empyrean’. Éste exhibe otro momento culminante del álbum recogiendo buena parte de la cosecha de exultante colorido dejada por ‘Fronts’ para instaurar una parafernalia progresiva que derrocha cordial fulgor a través de una persistente e inquieta espiritualidad extrovertida. Aunque el esquema rítmico es relativamente sosegado, no renuncia a la sofisticación durante su tratamiento; mientras tanto, la guitarra y los teclados crear espacios con impoluta fluidez. A poco de pasada la frontera del segundo minutos emerge uno de los mejores solos de guitarra eléctrica del álbum. También hay otros pasajes hermosos donde el violín completa las texturas elaboradas por las orquestaciones de teclado. 

‘Hierophant’ reitera aspectos jazz-fusionescos bajo un manto de amable lirismo y sobre la base de un saltarín esquema rítmico. Algunos retazos arábigos salen a colación durante el desarrollo temático. Para los dos últimos minutos, la pieza intensifica su groove, logrando con ello soltar todo el colorido latente y reforzar la vivacidad que desde antes estaba operando en primera línea. ‘Return Passage’ es la miniatura de minuto y medio que cierra el álbum, y básicamente consiste en un reprise de uno de los momentos más suntuosos de la pieza titular; de este modo, el álbum tiene un cierre solemne que va muy acorde con la idea de que el repertorio de este disco fue un constante viaje a través de diversas comarcas dentro de un área unificadora. Como conclusión, “Passages” es uno de los discos más hermosos que se nos ha brindado en lo que va del año 2020, tanto si lo apreciamos desde lo jazz-progresivo como desde lo prog-sinfónico. STEAM THEORY ha escrito su nombre como una huella rotunda dentro de la agenda musical de nuestro año vigente. Recomendable al 100%.



Muestras de “Passages”.-

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