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Hoy tenemos la muy placentera ocasión de presentar al ensamble estadounidense de música avant-progresiva WE USED TO CUT THE GRASS por la ocasión de la publicación de su álbum debut el pasado 11 de febrero, álbum titulado “We Used To Cut The Grass #1”. Este colectivo afincado en Nueva Jersey y con nombre Zappiano tiene como líder y principal compositor a Cody McCorry, quien se hace cargo del bajo, los teclados, los sintetizadores, el Theremin, la sierra y algo de guitarra. Los demás integrantes que van y vienen a lo largo del repertorio de “We Used To Cut The Grass #1” son Faye Fadem [batería y percusión], Kevin Grossman [batería y percusión], Joe Gullace [trompeta y trompeta electrónica], Sam Greenfield [saxofones tenor y barítono, y clarinete], Tom Monda [guitarra], Ian Gray [trombón], Sean Marks [saxofón barítono], Ben Karas [violín y viola], James McCaffrey III [guitarra], Matthew Trice [saxofón alto], Jennifer DeVore [cello], Seamus Leonhardt [batería], AJ Merlino [vibráfono], Daimon Santa Maria [DJ], Alex Silver [saxofón tenor] y Timothy Adedigba Ogunbiyi [piano eléctrico Fender Rhodes]. Los procesos de ingeniería de sonido y mezcla del presente disco estuvieron en manos de James McCaffrey III en el estudio Hangar In Wall Township de New Jersey, mientras que la masterización fue realizada por Angel Marcloid en el Angel Hair Audio. Los productores fueron Cody McCorry y James McCaffrey III. McCorry no es ningún absoluto extraño dentro de la escena progresiva estadounidense, pues ya le conocemos de THANK YOU SCIENTIST y KARMIC JUGGERNAUT (aquí toca también McCaffrey), bandas que generan sus propios enfoques de vanguardia progresiva. WE USED TO CUT THE GRASS (nombre Zappiano) es el proyecto más osado de todos aquellos en los que está involucrado McCorry, y su blog de Bandcamp registra actividades desde octubre del año 2015, con EP o canciones sueltas. “We Used To Cut The Grass #1” es, repetimos, el primer trabajo de larga duración de este ensamble, siendo publicado de forma independiente en CD y como descarga digital. Bueno, vayamos ahora a los detalles de su repertorio.
Con un espacio conjunto de casi 7 minutos, las dos partes de ‘Visitors Pomp’ se encargan de abrir el repertorio del álbum con una aureola extrovertida que exhibe mesuradas vibraciones joviales dentro de un bloque perfilado por una rigurosa arquitectura sónica. La primera parte ostenta cierta densidad en algunas partes, y también inserta algunas locuciones que dan al conjunto un aura un poco dadaísta. A propósito, el solo de guitarra que emerge a mitad de camino es brutal. En cuanto a la segunda parte, ésta se desata en una jovialidad más fulgurosa cuya grácil jovialidad se sustenta sobre un esquema rítmico bastante frenético; los ornamentos de los metales también colaboran bastante al respecto. ‘DEVO Variations’ sigue a continuación para que el grupo explore esquemas sonoros más modernistas y tecno-amigables dentro de su innegociable visión avant-progresiva. Los artilugios propios del hedonismo escapista del pop-rock de fines de los 70s se insertan naturalmente dentro de un encuadre sonoro donde se fusionan el FRANK ZAPPA de la etapa 78-82 y el paradigma de THE RESIDENTS. La serie de los seis siguientes temas del álbum se centra conceptualmente en el personaje Shep, siendo el primero de ellos ‘Shep’s Lounge’, el mismo que ocupa un generoso espacio de poco más de 8 minutos. Aquí, el ensamble desarrolla una especie de homenaje al ZAPPA de la fase 69-72 con elementos añadidos que parecen proceder de los primeros años de WEATHER REPORT. El tenor predominante en el swing básico es blues-rockero, pero el ensamble va mucho más allá al crear una exuberancia fastuosa que nos recuerda a otros grandes nombres actuales del avant-jazz-prog como SLIVOVITZ y LED BIB. El camino trazado hacia el explosivo clímax final es impecable. Un cénit decisivo del disco. ‘Shep’s Nightcap' desarrolla una interesante cruza entre el usualmente llamado nu-jazz y la fusión contemporánea sobre la base de una ingeniería rítmica compleja e inusual. La intensidad generalizada en las interacciones instrumentales es palpable, pero nunca sale al frente, siempre se mantiene en un lugar de discreción para dejar que los ornamentos de vientos, cuerdas y percusión sobresalgan en algo a través del bloque general. De esta manera, nunca perdemos de vista la evocadora belleza del gentil motif central.
‘Shep’s Anxiety’ manifiesta una densidad ágil e inquietante bajo un ropaje señorial, todo ello en base a una cruza entre el RIO y el jazz-prog, lo cual hace que el ensamble se regodee en explorar los aspectos más sofisticados de su ideario musical. Suena aquí algo así como una confluencia entre CAMEMBERT, FRENCH TV y GUTBUCKET. ¡Excelente!, ¡otro cénit del disco! ‘Shep’s Mishap’, por su parte, exhibe un cuadro sonoro con envolventes tintes impresionistas, lo cual genera un interesante contraste frente al exquisito delirio caleidoscópico de la pieza precedente. La persistente narración añade otra capa de ceremoniosa espiritualidad a un desarrollo temático que, de por sí, está focalizado en una sobria majestuosidad. Pero también se da un viraje surrealista cuando la instrumentación se torna más tajante y copiosa. Cuando llega el turno de ‘Shep’s Enthusiasm’, el ensamble regresa de lleno al área del jazz contemporáneo, centrándose en una vivaz triangulación de batería, bajo y vibráfono a través de los impredecibles recovecos del laberinto musical en curso. ‘Shep’s Fitness Assessment’ cierra la secuencia conceptual con grandes y creativos aspavientos centrados en un despliegue jovialmente juguetón de construcciones y deconstrucciones inspiradas, por igual, en la academia vanguardista y el RIO. Las confluencias con la faceta más surrealista de ZAPPA, el paradigma de los legendarios RASCAL REPORTERS y la osadía sistemática de unos AKSAK MABOUL se expanden por doquier inmisericordemente; eso incluye una cita paródica de ‘Baker Street’, el celebérrimo hit de GERRY RAFFERTY. Una afectada narración anuncia el arribo de ‘Lay Down Scully’, la pieza que dura poco menos de 8 minutos y que es la encargada de cerrar el álbum. Su esquema de trabajo se centra en un ejercicio de jazz crepuscular propio de la tradición cool de fines de los 70s con trazos añadidos que se inspiran en el jazz vanguardista europeo (NUCLEUS, los SOFT MACHINE de la fase 71-73). Aunque es evidente que aquí impera un aire de nocturnidad, no es tanto melancolía como una serenidad contemplativa lo que se expresa a través del sencillo esquema melódico apoyado sobre el piano eléctrico y alimentado por el ensamble de metales. Llegó la inefable hora de descanso tras el sistemático fulgor matutino y vespertino que forjó e inundó a casi todas las partículas sonoras de las piezas precedentes.
Todo esto es lo que se nos brinda en “We Used To Cut The Grass #1”, una maravilla de álbum que revela a WE USED TO CUT THE GRASS como uno de los ensambles más notables dentro de las nuevas hornadas del jazz experimental y del rock vanguardista en simultáneo. Se notan las trazas de compacidad y completitud en la manera tan convincente en que se plasmó la versátil y aventurera visión musical de este excelso colectivo. ¡¡Uno de los mejores discos progresivos del año en cualquier vertiente!!
Muestras de “We Used To Cut The Grass #1”.-
Shep’s Anxiety: https://weusedtocutthegrass.bandcamp.com/track/sheps-anxiety
Shep’s Mishap: https://weusedtocutthegrass.bandcamp.com/track/sheps-mishap
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