miércoles, 7 de octubre de 2020

La alquimia musical tras puertas cerradas de QUAESCHNING y REUTER

 Thorsten Quaeschning - Behind Closed Doors with Markus Reuter

HOLA, AMIGOS DE CERCA DE LA ORILLA, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos una ocasión especial para disfrutar del encuentro musical entre dos geniales mentes musicales: las de THORSTEN QUAESCHNING y la de MARKUS REUTER. El primero es especialista en experimentaciones electrónicas con un gran momento de membrecía en la legendaria entidad TANGERINE DREAM y el desarrollo de su propio proyecto PICTURE PALACE MUSIC; el segundo es un genio de la Touch Guitar con gran renombre mundial, partícipe en varios grupos, proyectos compartidos (STICK MEN, TUNER, THE CRIMSON PROJEKCT, etc.) y discos solistas. El disco al cual nos referimos en esta ocasión es, estrictamente hablando, de QUAESCHNING, y se titula “Behind Closed Doors with Markus Reuter”, siendo así que la única pieza del álbum es la suite prog-electrónica de casi 49 ½ minutos de duración que se titula ‘Behind Closed Doors 4th June 2020’. En esta sesión que tuvo lugar el 4 de junio pasado en el escenario principal del Centro Cultural ufaFabrik, ubicado en Berlín, el anfitrión QUAESCHNING se hace cargo del sintetizador, el piano, la guitarra eléctrica y el secuenciador, mientras que su invitado de lujo REUTER se hace cargo de su sempiterna Touch Guitar, efectos electrónicos y loops. El proyecto Behind Closed Doors es una iniciativa de THORSTEN QUAESCHNING para crear labores artísticas dentro del área musical bajo las circunstancias de aislamiento social a nivel mundial en las que estamos viviendo ahora; de hecho, la idea surgió en su cabeza durante la primera semana de distanciamiento social en Berlín, y con ello, tras un par de semanas ocupadas en llamadas telefónicas y planificaciones, ya contaba el buen THORSTEN con una nutrida agenda de trabajo. Además de este evento a dúo con el maestro REUTER, se realizaron otros conciertos bajo este formato en los pasados meses de mayo y junio con ilustres invitados como LÜÜL, PAUL FRICK, HOSHIKO YAMANE, FRANZ BARGMANN, BENJAMIN SCHWENEN, SATOSHI OKAMOTO, etc. (o sea, gente involucrada en la electrónica, el krautrock, la psicodelia, el jazz-metal, el prog psicodélico de gran alcurnia germana como AGITATION FREE y ASH RA TEMPEL, y cualquier otra variante de música experimental). La idea es seguir adelante con las experimentaciones musicales buscando estrategias nuevas para que éstas se hagan realidad, pues la agenda se sigue expandiendo por el momento. 

Centrémonos ahora en el disco que hoy nos convoca. Todo empieza con una combinación de secuencia y atmósferas sintetizadas con base de notas altas, haciendo que todo se recubra de un minimalismo luminoso y, en cierto modo, cálido. La Touch Guitar no tarda mucho en entrar en acción con la mira puesta en dos cosas simultáneamente: realzar los espacios abiertos por las atmósferas de sintetizador y emitir sobrios fraseos que proyectan un aura de cálida introspección. Un poco más adelante, hay un minúsculo solo aguerrido de REUTER que parece indicar la pauta para que QUAESCHNING intensifique la labor cibernética que está bajo su mando con un incremento del enfoque secuenciado del dinamismo electrónico en curso. De este modo, se crea un nervio futurista que nos remite a un híbrido entre los TANGERINE DREAM de la fase 80-82 y el KLAUS SCHULZE de los últimos 15 años. Así las cosas, bien podría obsequiársenos un solo incendiariamente Frippiano, cosa que, efectivamente, elabora alrededor de la frontera del decimoprimer minuto: se gesta aquí un momento mágicamente climático dentro del cosmos dualista de los Sres. THORSTEN y MARKUS, y lo mismo ocurre instantes antes de pasar la frontera del decimoctavo minuto. El asunto ahora pasa por dejar que el centro temático, a estas alturas, debidamente forjado, oleado y sacramentado, pase naturalmente por diversas fases donde se amalgaman atmósferas y ondas solipsistas que puedan capitalizar el aspecto cósmico, y otros pasajes donde la guitarra o el sintetizador pueden realizar solos que añadan color al paisaje general. De hecho, hay un hermoso solo de sintetizador que entra a tallar poco antes de llegar a la frontera del minuto 21, aportando un refrescante recurso de lirismo al bloque sonoro. Más adelante, poco antes de llegar a la media hora, se germina un solo de guitarra aguerrido y adusto: su brevedad no es óbice para causar un impacto muy peculiar, que es el resguardo sonoro del dúo. En efecto, llega un momento en el que se genera un desierto vacío desde el seno de la secuencia electrónica, lo cual implica que las intervenciones guitarreras ahora operan como ornamentos espartanos y casi solitarios. Poco a poco, a partir de la frontera del minutos 33, las atmósferas cibernéticas vuelven sobre sus pasos para reconstruirse como fundamentos del viaje musical en curso. 

Para los 15 últimos minutos de la suite, el dúo sigue explorando ambientes y esquemas que se definieron y afianzaron en los 20 primeros minutos, aunque con un peso menor para las intervenciones furiosas de la guitarra; en esta instancia, su función principal es la de gestar retazos ocasionales y proveer recubrimientos nebulosos adicionales a los que ye emergen del sintetizador. Ya nos hallamos en un terreno intermedio entre el futurismo de SCHULZE y la introspección abstracta de FRIPP & ENO. A poco de pasada la frontera del minuto 40, hay un solo muy comedido que emana una majestuosidad calmada, rayana con lo introvertido; se hace a notar pese a la prestancia sumamente gravitante de los envolventes climas cibernéticos. La sección epilogar enfatiza el minimalismo luminoso con el cual comenzó este viaje, aunque se nota la diferencia que marca el despliegue de energía creativa que tuvo lugar en el extendido ínterin; hay una energía renovada en este reprise conclusivo que es imposible de ocultar. Todo esto es lo que se nos brindó en “Behind Closed Doors With Markus Reuter” de parte de la asociación de THORSTEN QUAESCHNING y MARKUS REUTER, uniendo fuerzas e inquietudes en medio de unas inestables y oscilantemente complicadas circunstancias mundiales en las que resulta complicado ponerse a organizar colectivos artísticos y mostrarse ante el público. Pero, con la logística adecuada, las agendas meticulosamente organizadas y el cuidado personal debidos, discos en vivo como éste todavía son viables, y son de agradecer cuando son así de buenos y enérgicos. Hace poco, QUAESCHNING y REUTER volvieron a unir fuerzas, pero esta vez bajo el formato de trío que se completó con el baterista estadounidense SHAWN CROWDER. Ya hay un registro publicado de esa sesión, pero iremos a ello en otra ocasión; por lo pronto, este ítem que acabamos de reseñar supone un signo importante de vitalidad para el ideal del arte musical en clave prog-electrónica. Un disco ideal para los amantes de la experimentación futurista, que no son pocos en el gran hábitat de seguidores y coleccionistas de rock experimental. 



La suite.-

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